El esperanto es un idioma artificial creado en el siglo XIX con la intención de que sirviese de vehículo de comunicación entre gentes de diversos idiomas basado en principios de sencillez e igualdad. Fue creado por el oftalmólogo polaco L. L. Zamenhof en 1876 con la esperanza de que se convirtiera en vehículo de comunicación internacional en todo el mundo. En la actualidad existen 7.000 idiomas oficiales en nuestro planeta habitado por 7.700 millones personas de las cuales tan solo 10.000 hablan fluidamente el esperanto y 100.000 pueden usarlo activamente. Ante estas evidencias, parece que el centenario empeño se va a quedar en otra hermosa utopía. ¿O no?
En 1903 se creó un grupo de esperantistas en Albarracín que fue de los pioneros en esta material en Aragón y en España. De ahí que quizás valga la pena echar una mirada a atrás y, ¿Por qué no?, otra hacia el futuro. Esperanto y esperanza pudieran estar emparentados. El mundo de la comunicación planetaria ha dado un paso de gigante en los últimos 25 años con las nuevas tecnologías y hoy mucho más que hace un siglo, valdría la pena tener un código de comunicación común más facil que el chino, el castellano o el inglés que son las lenguas que han logrado la hegemonía en una disputa injusta para la los demás y entre ellas mismas.
Del jueves 19 al domingo 22 de marzo en Albarracín, tendremos la oportunidad de rememorar sus principios en nuestra capital en una exposición y asistir a una interesante charla coloquio cuyos detalles se muestran en el siguiente cartel-anuncio…